El caso Litvinenko promete nuevas revelaciones.Los investigadores apuntan a los servicios secretos rusos,
algo muy obvio aunque quizá,fuese dicha obviedad una tapadera perfecta.Una tetera con rastros del polonio 210,hallada en el hotel londinense donde Litvinenko se reunió con su contacto,pasó muchos días en servicio.Como el caso salpica a varios personajes, el té mortal se convierte en un asesino virtual, pero sin polonio 210.Algunos recuerdan a Roman Tsepov, quien a través de su empresa de seguridad Baltik-Eskort,se encargaba de la custodia de Vladimir Putin, cuando el actual presidente ruso era delegado del alcalde de San Petesburgo.Y habia más clientes.Tsepov murió en circunstancias similares en 2004.
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