jueves, agosto 28, 2008

HIZBALLAH Y VENEZUELA II

Hace un tiempo publicamos en este blog sobre la sospechada presencia de la milicia libanesa Hizballah en Venezuela: http://hosreport.blogspot.com/2008/06/hizballah-y-venezuela.html

Ahora el Los Angeles Times recupera y actualiza la historia:http://www.latimes.com/news/nationworld/world/la-fg-venezterror27-2008aug27,0,3877203.story
Más data en http://counterterrorismblog.org/2008/08/the_dangers_of_hezbollah_in_la.php
http://speedygonzalezesdeladea.blogspot.com/2008/08/las-operaciones-de-hezbollah-en.html
EN 2007 deciamos:http://hosreport.blogspot.com/2007/12/islamo-indigenismo-en-venezuela.html
ACTUALIZADO Agosto 30,2008:
El tema en cuestión es si esta presencia del Hizballah-Venezuela es avalada por su espejo en el Líbano.Esto no está claro al presente.Hemos consultado varias fuentes independientes en el análisis objetivo sobre la materia y una de estas nos señala que existe una réplica del Hizballah en Venezuela desde hace tiempo y que ha sido muy publicitada.
Mucho de ese material es accesible via Internet,incluso varios sitios web de estos grupos en portales afines,algunos ahora difuntos.
ACTUALIZADO Agosto 31,2008
REPORTAJE A HORACIO CALDERON

Dada la similaridad de los conceptos vertidos por el diario norteamericano con las denuncias formuladas por el experto Horacio Calderón desde hace mucho tiempo atrás, Hos Report quiso consultarlo telefónicamente.

HR: Usted ha insistido desde fines de 2005 sobre la relación estratégica existente entre Irán y Venezuela, entre otros países de América Latina. ¿Podría ampliar eso?

HC:
Es de público conocimiento la existencia de relaciones políticas y económicas estratégicas entre Irán por un lado y Venezuela, Cuba y Bolivia por el otro. Como ya he repetido en numerosas oportunidades, la más importante de las relaciones es la que existe entre Irán y Venezuela, no sólo por la gravitación económica a escala global de ambos países productores y exportadores de petróleo, sino también por los puntos en común de su agenda de política exterior. Agenda que por las insalvables diferencias religiosas y culturales entre las partes, no puede tener otra base que la aspiración de adquirir un mayor nivel protagónico global, utilizando los bienes políticos y económicos “gananciales” para fortalecer a cada una de las partes en sus respectivas regiones.

HR:¿Podría el “socialismo bolivariano” del presidente Hugo Chávez ser un producto de exportación a un país como Irán o a una región como el Medio Oriente dominada por las luchas religiosas intersectarias; tal vez también al borde de una nueva guerra entre los EE.UU. sus aliados y el régimen de los ayatolás?HC: Existe en este caso una baja probabilidad de ocurrencia.HR: ¿Podría por el contrario el islamismo extremista chiíta encabezado por Irán y el movimiento Hizballah libanés implantarse de alguna manera en Venezuela y por ejemplo también en Bolivia, para convertir a dichos países en plataformas de lanzamiento de actividades terroristas en Iberoamérica?HC: La respuesta es que existe una alta probabilidad de ocurrencia, dejando en claro que la palabra “terrorismo” no se refiere exclusivamente a quien coloca una bomba o se detona con ella, sino a todos las partes que componen un mismo sistema.

HR: ¿Cuáles serían las partes de ese sistema que usted menciona? HC: No pueden aceptarse subterfugios y definiciones que sólo sirven para el velado de la realidad, cuando se trata de definir qué es el terrorismo islamista y cuáles son las principales actividades que forman parte esencial de su complejo engranaje. No es nada más ni nada menos que un sistema integrado por eslabones de una misma cadena, que van desde la predicación, la recaudación de fondos, el reclutamiento de adeptos, el adiestramiento de sus cuadros y el armado de células de apoyo logístico, inteligencia y de ataque, hasta la concreción de atentados.

HR: ¿Esas relaciones podrían alterar el marco geopolítico regional?HC: Más allá del derecho que tiene Venezuela a establecer relaciones con un Estado como Irán, dicha decisión ha agregado un elemento más al ya conflictivo cuadro de situación interno en el país sudamericano y también en el regional. Especialmente, si se agregara en un futuro un proceso de convergencia e intersección de agendas entre el extremismo etnonacionalista boliviano -respaldado por Hugo Chávez- y el islamista chiíta iraní con sus aliados del Hizballah, quienes podrían contar con una nueva base de operaciones cercana a la frontera de Bolivia con la Argentina. Ello, sin perjuicio de acuerdos entre sus servicios de inteligencia, que en el caso de Irán e incluyendo a los Pasdaran (Guardia Revolucionaria de Irán), están al servicio del terrorismo internacional, desde la misma fundación del Estado islamista por parte del ayatolá Ruhollah Jomeini. Nadie debería objetar seriamente la histórica relación entre las estructuras organizacionales -y muy especialmente los departamentos de “operaciones especiales”- de los Pasdaran y del MOIS iraníes y el movimiento terrorista libanés Hizballah.
HR: ¿Cuál es la naturaleza de las relaciones entre Irán y Venezuela y sus consecuencia en América Latina?

HC:La relación entre actores como Irán y Venezuela es sin duda sinérgica y sus consecuencias en América Latina podrían ser devastadoras, a menos que se desarrollara una acción disuasiva concertada de los demás países de la región, para limitar el efecto de vínculos que deberían considerarse un peligro para la seguridad y la estabilidad del conjunto.
La probabilidad de ocurrencia de un acuerdo entre actores estatales de la región para disuadir a Venezuela sobre la necesidad de restringir los riesgos existentes de expansión del peligro islamista chiíta en la región, es actualmente baja. Una de las causas sería el grado de desconocimiento generalizado sobre la naturaleza y el peligro que subyace en el extremismo religioso por parte de la mayoría de la dirigencia política de la región. Otro, no menos importantes, es el complejo que tienen estos de quedar automáticamente alineados con la política exterior de los EE.UU., entre cuyos blancos primarios se encuentran los regímenes que gobiernan Irán y Venezuela. Además, no son pocos los dirigentes políticos -en todo el mundo- que consideran que organizaciones terroristas como Al-Qaeda y el Hizballah constituyen una barrera contra la hegemonía global de los EE.UU. Mas allá de las razones en que se asienta tal error de discernimiento, la consecuencia más grave es el debilitamiento de las defensas de numerosos países y la carencia de medidas de prevención adecuadas tendientes a impedir que las organizaciones terroristas puedan desarrollar sus actividades con probabilidades variadas de éxito.

Por último, los argumentos del artículo de Los Angeles Times resultan sumamente creíbles y ayudan a potenciar los reclamos que algunos especialistas venimos efectuando al gobierno argentino y a la dirigencia política y social toda desde hace mucho tiempo.
Para más consultas,el sitio web del entrevistado es http://www.horaciocalderon.com/

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